En vísperas del fuego purificador de la noche de San Juan y bajo la influencia del mar conocí a Inma, mi sirena particular. Aquel día me impregnó con su sal y me inundó con su dinamismo. Con ella puedo surcar mares enfurecidos o deslizarme suavemente bajo la luz de la luna. El mar nos baña desde entonces con su esencia.
El mar tiene carácter, como Raquel. Ella hace algo más que ponerse detrás del objetivo. Te observa, te escucha, te analiza y te interpreta. Luego te paraliza con su mirada cautivadora, levanta su cámara y… el resto ya se sabe: dispara con el corazón. Solo así, uniendo pasión y dulzura, puede retratar lo sublime e inmortalizar lo etéreo. También como el mar debe tener algo de sobrenatural, porque es lo único que explicaría que haya sido capaz de regalarnos estas imágenes el mismo día que Inma y yo nos conocimos.
Por tu simpatía, tu fuerza, tu cariño, tu imaginación prodigiosa, tu saber hacer y por haberte rodeado de un buen equipo, has entrado a formar parte de nuestra historia.
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En vísperas del fuego purificador de la noche de San Juan y bajo la influencia del mar conocí a Inma, mi sirena particular. Aquel día me impregnó con su sal y me inundó con su dinamismo. Con ella puedo surcar mares enfurecidos o deslizarme suavemente bajo la luz de la luna. El mar nos baña desde entonces con su esencia.
El mar tiene carácter, como Raquel. Ella hace algo más que ponerse detrás del objetivo. Te observa, te escucha, te analiza y te interpreta. Luego te paraliza con su mirada cautivadora, levanta su cámara y… el resto ya se sabe: dispara con el corazón. Solo así, uniendo pasión y dulzura, puede retratar lo sublime e inmortalizar lo etéreo. También como el mar debe tener algo de sobrenatural, porque es lo único que explicaría que haya sido capaz de regalarnos estas imágenes el mismo día que Inma y yo nos conocimos.
Por tu simpatía, tu fuerza, tu cariño, tu imaginación prodigiosa, tu saber hacer y por haberte rodeado de un buen equipo, has entrado a formar parte de nuestra historia.
Raquel, bienvenida a nuestro mar.
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